Los 10 trucos para que tu casa sea más sostenible
Tal como dicen muchos activistas medioambientales: no existe planeta B. La huella del ser humano sobre el medio ambiente está teniendo consecuencias nada aconsejables. El planeta, tal como lo entendemos, se encuentra a las puertas de la UCI. Es necesario y casi obligatorio plantearse un cambio de hábitos para conseguir un entorno más favorable.
Ciertamente, son necesarias acciones a nivel mundial. Ya se han redactado normativas de reducción de emisiones para las grandes industrias y se ha apostado claramente por el reciclaje. Los gobiernos se han puesto manos a la obra para reducir emisiones en los próximos años.
De igual forma, a nivel particular, cada uno de nosotros puede contribuir a ese cuidado del planeta. En Molins también trabajamos para conseguir una arquitectura y un diseño de interiores sostenibles. Ese es el concepto sobre el que nos gusta focalizar nuestros proyectos.
Con este post queremos ofrecerte 10 trucos para que tu casa sea más sostenible. Se trata de acciones e intervenciones que siempre aportan beneficios sobre los habitantes de la casa y sobre el medio ambiente.
Una casa sostenible es un hogar completo
Antes de desgranar esos consejos para tener una casa sostenible queremos detenernos a analizar el concepto. Una casa sostenible es aquella vivienda que aprovecha las condiciones naturales de su ubicación para reducir considerablemente las necesidades energéticas.
Es decir, en primer lugar, siempre hay que aprovechar lo que nos ofrece el entorno. Hablamos de la orientación del inmueble, las horas de sol que recibe o el tipo de ventilación natural que puede tener.
Ese bioclimatismo pasivo se puede completar con el activo. Eso supone apostar por aquellos sistemas que puedan aumentar todavía más la eficiencia energética del inmueble.
Uniendo esos dos factores es posible conseguir casas sostenibles y ecológicas que respeten el medio ambiente y reduzcan la huella de carbono.
1. Orientación de la casa
El primer consejo pasa por aplicar el sentido común. La mejor orientación para la fachada principal de un inmueble es el sur o suroeste. De esa forma, recibe la incidencia de los rayos solares durante gran parte del día. Eso supone más luz natural y más calor natural. Después, siempre hay maneras de potenciar esa luminosidad en el interior de la vivienda.
De igual forma, es necesario, ubicar en esa orientación estancias como el despacho o lugares de estudio. En ellas siempre es necesaria la iluminación y, si reciben luz natural, el consumo de energía será mucho más reducido.


2. Sistemas de calefacción y climatización
Disponer de un buen sistema de calefacción y climatización es básico para tener una casa sostenible. Es fundamental que sea eficiente, que se adapte a las necesidades del momento y que optimice la energía.
Para ello, en una casa sostenible la mejor opción está en las energías renovables. Si es posible, desde Molins aconsejamos la instalación de placas solares en el tejado del inmueble. La energía solar es limpia y aunque los paneles supongan un gasto inicial, su amortización se alcanza en 7 años. Además, es muy habitual que la administración otorgue ayudas y subvenciones para su instalación. La energía solar proporciona calefacción y agua caliente con un gasto mínimo.
En los últimos años también se está apostando claramente por la geotermia. Aprovechar el calor que produce el planeta para crear bombas que distribuyen el calor por toda la casa. También, son habituales las calderas de biomasa que utilizan combustible natural como los pellets.


3. Ahorro de agua en una casa sostenible
El agua es básica para la vida humana. Lamentablemente los episodios de sequía cada vez son más habituales y por ello se impone la necesidad del ahorro de agua en el hogar.
En la vivienda se puede instalar algún tipo de depósito que permita recoger el agua de la lluvia. Con ella se puede regar o utilizarla en tareas donde no sea necesaria su potabilidad, por ejemplo en el uso de la lavadora.
Por otro lado, conviene instalar aireadores en los grifos y cisternas de doble descarga. También, siempre que se pueda, conviene aprovechar el agua del lavamanos para utilizarlo en la cisterna del inodoro. Y por supuesto, no dejar grifos abiertos de manera innecesaria y revisar que las llaves no presenten fugas. Por último, apuesta por colocar ducha en lugar de bañera.


4. Aislamiento óptimo
Otra cuestión importante es el aislamiento de la vivienda. Ten en cuenta que el 50% del calor generado en una casa se “escapa” por el tejado. Esa es una razón de peso para contar con un sistema de aislamiento eficiente. También es una buena idea aislar las paredes y el pavimento, sobre todo si se va a instalar suelo radiante.
El objetivo es evitar fugas de calor o de frío. También es una buena idea aislar las tuberías que transportan agua caliente o fría. Construir una casa sostenible siempre pasa por levantar una estructura estanca.


5. Puertas y ventanas
Al hilo de la cuestión del aislamiento, conviene detenerse en las puertas y ventanas. Ni que decir tiene que deben tener un buen funcionamiento tanto en la apertura como en el cierre. Siempre hay que comprobar que no haya entradas de aire perjudiciales para la temperatura interior.
Por otro lado, colocar doble o triple cristal siempre beneficia el ambiente interior. Es una manera de evitar la entrada de frío o calor del exterior y además funcionan como aislante acústico.


6. Mobiliario y textiles sostenibles
Los muebles de casa también pueden aportar su grano de arena en la sostenibilidad de la vivienda. Nuestro consejo es que actualices piezas antes que comprar otras. Renueva el aspecto aplicando pintura, cambiando pomos o pegando láminas de vinilo.
Si decides comprar mobiliario nuevo, ten en cuenta esos materiales naturales que generan poco impacto en el medio ambiente. La madera OSB está fabricada con virutas de madera prensada y es ideal para revestir interiores. El bambú es una planta que crece rápido, impide la deforestación y es muy resistente. La lana de oveja es un buen aislante, biodegradable y reciclable. El corcho es tan solo la corteza del árbol, así que evita la tala del alcornoque. Por último, el cáñamo no necesita pesticidas para crecer y necesita un 50% menos de agua para su cultivo que el algodón.
Intenta que la ropa de casa sea de calidad. De esa manera, te durará muchos años y será más sostenible. Las fibras naturales como el linoson muy resistentes y altamente decorativas.


7. Reciclaje de la basura
El reciclaje ya no es una opción y cada vez son más las familias que apuestan por la separación de residuos en su propia casa. Disponer de espacios, recipientes o zonas para la segregación es cada vez más habitual.
En una casa sostenible se puede reciclar el vidrio, los envases, el papel, el cartón, el aceite de cocinar y las pilas. Todos los municipios cuentan con contenedores específicos para cada residuo. Por otro lado, siempre se puede acudir a los puntos verdes para deshacerse de aparatos electrónicos y asegurarse de que se gestiona bien su eliminación.
Respecto a los residuos orgánicos, una idea plausible es utilizarlos para hacer compost casero y utilizarlo en plantas o huertos urbanos.


8. Iluminación de bajo consumo
Respecto a la iluminación recuperamos esa idea de la luz natural proveniente de la correcta orientación de la casa. Sin embargo, en una casa sostenible también es necesaria la iluminación artificial. En ese caso, siempre hay que apostar por la tecnología LED.
Este tipo de lámparas, bombillas y fluroescentes consumen hasta un 90% menos que las tradicionales. Es cierto, que son algo más caras pero se amortizan en muy poco tiempo porque su durabilidad es mucho más prolongada.
Por otro lado, la tecnología LED facilita la construcción de lámparas muy decorativas, ligeras y de estilos muy diversos.


9. Electrodomésticos eficientes
La gama blanca de electrodomésticos son imprescindibles en cualquier casa. Eso sí, lo conveniente es apostar por piezas de bajo consumo. El frigorífico, la lavadora, la secadora, el lavavijllas y microondas deben contar con la etiqueta de eficiencia energética referente a su consumo. Está claro que la opción para una casa sostenible de ser el A++.
Estos electrodomésticos cuentan con unas emisiones de gases de efecto invernadero muy reducidas o casi inexistentes. Su funcionamiento es óptimo durante años y contribuyen claramente al cuidado del medio ambiente.


10. Plantas y rincones verdes
El último truco para conseguir una casa sostenible es acudir a la propia naturaleza. Nos referimos a las plantas. Siempre que sea posible cultiva variedades autóctonas que siempre se adaptarán mejor al entorno.
También es interesante decantarse por plantas que requieran poca agua para su crecimiento. Y ese compost casero que puedas haber obtenido puedes utilizarlo para abonar.
Finalmente, las plantas son decorativas y siempre contribuyen a la regulación de la temperatura en el interior de la vivienda. Aportan frescor y renuevan la calidad del aire.


Casa sostenible, beneficio para el planeta y para los habitantes
Sin duda los beneficios de una casa sostenible son numerosos para los habitantes e incontestables para el planeta.
El consumo de energía es menor y eso repercute en una factura de menos ceros. El aprovechamiento de los recursos que ofrece la naturaleza tiene múltiples ventajas a nivel económico y personal. Por último, la conciencia ecológica que nos empuja a desarrollar acciones sostenibles acaba teniendo un impacto positivo en nuestro entorno.
El respeto a la naturaleza y al medio ambiente forman parte de las bases de una convivencia agradable. Y además, siempre es aconsejable pensar en todos aquellos que vendrán después.