Los 8 colores tendencia para este otoño e invierno




No hay duda, todo el mundo está de acuerdo: el otoño es ocre y naranja en distintos tonos. La caída de las hojas y esos atardeceres teñidos de rojo, amarillo y violeta reparten colores espectaculares. No obstante, las tendencias de este año sorprenden con colores para otoño e invierno que van más allá de los típicos y tópicos.
La decoración de otoño e invierno también busca innovar y proponer nuevas tonalidades. Esta temporada entran con fuerza el azul cobalto, el gris satinado y se mantienen los tonos miel.
El objetivo es apostar por un hogar actual, sofisticado y con colores para otoño e invierno que sean tendencia total.
Desde Molins Design de proponemos una revisión de los clásicos aportando toques de color enérgico y combinaciones que arrojen estancias elegantes y acogedoras.
Colores para otoño e invierno alejados de la nostalgia
Tal vez sea porque las bajas temperaturas invitan al recogimiento, parece que el otoño siempre viene impregnado por una pátina de tristeza nada aconsejable. La nostalgia es buena en justa medida y la visión positiva de la vida debe ir más allá de la primavera y el verano.
La paleta de colores para otoño e invierno también puede ser enérgica, asertiva y optimista. Nadie duda de la belleza de los tonos ocres pero también existen otras opciones igualmente elegantes y cálidas.
Se puede apostar por utilizar estos colores de otoño e invierno sobre paredes, en textiles o en objetos de decoración. Como siempre, es interesante buscar una propuesta que encaje en el espacio y lo convierta en una zona acogedora y agradable.
Por último, dar un toque personal que identifique los colores elegidos con la personalidad de los habitantes de la casa, siempre es una buena carta de presentación.
1. Azul cobalto y Klein
Nuestra primera propuesta se aleja de los tonos ocres clásicos del otoño. El azul cobalto o Klein entró con fuerza en los proyectos de interiorismo hace unos años. Es un tono profundo con un corte vitalista muy interesante. Desde luego, no pasa desapercibido y resulta atrevido.
Pintar una pared de azul cobalto o Klein aporta profundidad a la estancia y le da un punto de sofisticación muy válido. El color puede ser la puerta de entrada a una decoración de estilo nórdico y moderno. Es un tono funcional y puede resultar muy energizante si se apuesta por un versión intensa y eléctrica.
Combina muy bien con tonos blancos, grises y sobre todo dorados. El azul es un tono ecléctico y ligero que nos conecta con elementos de aire y de agua. Además, potencia la luminosidad y la amplitud de cualquier estancia.


2. Gris satinado
El color gris es un clásico que nunca pasa de moda. Y el gris satinado del que hablamos aporta un punto de decoración minimalista muy pronunciado. Es atractivo, elegante y un tono que, de una manera u otra, siempre está presente en los proyectos más personales.
El gris satinado transmite funcionalidad completa y además resulta muy práctico. En otras palabras: queda bien con todo. Crea ambientes muy atemporales y es el escenario perfecto para piezas de mobiliario exclusivas porque no les roba protagonismo.


3. Verde caqui
El color verde hoja o caqui es imprescindible en el ámbito mediterráneo. Es tan habitual que ya funciona tan bien como los tonos neutros como el beige, el blanco o los pasteles. Hasta ahora era un recurso muy frecuente en formatos degradados. Sin embargo, las tendencias actuales de colores para otoño e invierno lo incorporan en monocolor.
El verde caqui es un color que transmite frescura y elegancia. Además, nos conecta con ese verde del bosque mediterráneo. Es ideal para tapicerías o tonos de sofás, butacas o sillas. También, se puede apostar por ubicar complementos y muebles pequeños en este color. Las cómodas, mesas de centro o los cabeceros en verde hoja son todo un acierto.


4. Colores fluorescentes
Los colores fluorescentes son una apuesta arriesgada pero pueden tener un hueco en las tendencias cromáticas de otoño e invierno. De entrada, transmiten una estética retro que nos transporta hasta los años 80. El impacto visual y la expresión creativa están fuera de toda duda.
El secreto para conseguir una decoración agradable con colores fluorescentes está en utilizarlos en su justa medida. Ese dinamismo puede resultar cargante si se abusa de ellos y la fantasía y el riesgo se pueden volver en nuestra contra.
Nuestro consejo es apostar por colores flúor para pequeños objetos decorativos. Además se pueden utilizar para subrayar la presencia de alguna pieza rompedora y moderna. De igual forma, es una manera de aportar cierto grado de luminosidad en estancias reducidas.


5. Naranja albaricoque
Si hablamos de colores para otoño e invierno, el naranja es casi obligatorio. No obstante, en este caso, te proponemos un tono albaricoque que resulta algo más intenso que el melocotón habitual.
Tiene un punto más de riesgo pero puede resultar una opción muy luminosa en el hogar. Es muy versátil y se puede recurrir a él para decorar estancias interiores y exteriores. Es un color que combina muy bien con los neutros, los cremas e incluso los grises.
En un hogar, el naranja albaricoque puede escogerse para paredes, sofás o complementos. Es un tono vitamina que conjuga liberación con una dosis controlada de riesgo. Y además, es un clásico eterno para en la decoración otoñal.


6. Rojo
Si existe un color que transmita energía y vitalidad, ese es el rojo. Pues bien, este tono también tiene cabida entre los 8 colores para otoño e invierno. Con el rojo ocurre algo similar a lo que pasa con los colores fluorescentes: debe utilizarse en dosis equilibradas.
La decoración otoñal del hogar se beneficia del rojo en todos sus grados. Puede ser más o menos intenso pero siempre aportará carácter y personalidad. Sin duda, se trata de una propuesta que transmite energía, ocio y disfrute.
El consejo de Molins Design es apostar por el rojo en accesorios como jarrones o piezas decorativas. También es interesante integrarlo en los textiles como cojines o plaids. La última opción es decantarse por piezas de mobiliario que incluyan algún adorno, franja o motivo en color en rojo.


7. Granate empolvado
El granate empolvado pertenece a la familia de los colores magenta. Esta versión empolvada del granate es algo más apagada pero resulta un tono muy llamativo.
Sin duda alguna, hablamos de un color romántico y con un toque femenino muy delicado. Si se quiere apostar por una decoración con estilo boho, libre de normas y con estilo propio, el granate empolvado es imprescindible.
La ropa de cama queda muy bien en tono granate empolvado. Las fundas de nórdico, sábanas e incluso alfombras, proporcionan un ambiente muy cálido que puede acercarse a lo naíf.


8. Miel
La última idea que te ofrecemos sobre los colores para otoño e invierno son los tonos miel. Queda claro que se trata de un color tan clásico como indispensable para las fechas en las que empieza el frío.
El color miel tiene una particularidad y es que resulta muy envolvente. Transmite sensación de calma, paz y serenidad. Al mismo tiempo, este tono ofrece cierta conexión con la naturaleza. Esas copas de los árboles otoñales, las hojas caídas o los frutos de otoño como las castañas y las granadas.
Los colores miel y tierra combinan muy bien con el rojo oscuro, el naranja albaricoque o el verde caqui. Se puede apostar por pintura color miel para las paredes o decidirse por algún modelo de papel pintado.
El color miel anuncia un look bohemio y permite recuperar esos tonos de atardecer y amanecer tan atractivos que se producen en el otoño


Viste tu hogar con colores para otoño e invierno
El otoño siempre es una buena época para actualizar la decoración de casa. Llega el momento de apostar por nuevos estampados, actualizar piezas de mobiliario o inspirarse en el frío para conseguir una nueva imagen.
Queda claro que el color es un elemento clave a la hora de llevar a cabo reformas decorativas. Como has podido comprobar las opciones incluyen los tonos clásicos pero también aportan tonos enérgicos.
El objetivo es conseguir un entorno personal, cómodo, funcional y que refleje los gustos de los ocupantes de la casa. Y por último, conviene desechar esa idea de que el otoño y el invierno no pueden ser divertidos. Para gustos, los colores.