Greco House
A medio camino, entre Madrid y Toledo, se encuentra el municipio de Illescas, un enclave con un marcado significado histórico. Entre sus calles, podemos descubrir algunas joyas arquitectónicas como conventos y monasterios que datan del siglo XVI. Edificios que atesoran en su interior obras de El Greco. Es en este contexto, en el que recibimos por parte del cliente, el encargo de restaurar una antigua casa de campo en Illescas. Una vivienda típica de labranza del siglo XVII.
La finca se emplaza en pleno centro del pueblo, en la antigua cañada real. Fruto de un exhaustivo trabajo de investigación y documentación arqueológica, se pudieron documentar todos los elementos singulares a nivel artístico. Todo ello, para redactar un informe con los elementos a mimetizar y reemplazar con respecto al elemento arquitectónico original.
Interiorismo de lujo para una antigua casa de campo transformada en un moderno oasis en Illescas
Interiorizado el briefing por parte del cliente, procedimos a la presentación de las propuestas en planta de las distintas zonas. El patio central, volumen arquitectónico a respetar, pasó a ser uno de los protagonistas del proyecto. Todo ello, a través del cual todos los requerimientos funcionales debían pivotar.
Un proyecto con carácter introvertido, que da la espalda al bullicio de la calle y que recupera el esquema de patio central, a través del cual podemos deambular, resultando ser el eje central. Algo que pensamos para definir el argumento total de esta casa de campo en Illescas.
El guión principal del proyecto sucede en la planta baja, donde se despliegan las funciones de salón comedor. Una estancia en un único espacio articulado a noventa grados junto a la cocina, presentada también de manera abierta.
El salón con vistas al patio interior queda custodiado por un gran mueble biblioteca, distinguido con una chimenea de gas, que rompe el paño con una franja horizontal. Para separar el salón del comedor, empleamos un recurso habitual que nos evita la molesta sensación de visualizar la trasera del sofá. Este recurso se traduce en un mueble biblioteca de setenta centímetros de altura.
La Greco House es sin duda uno de los proyectos de rehabilitación de una casa de campo en Illescas más singulares. Una reforma completa realizada por nuestro equipo y con el guión histórico de carácter más personal ejecutado hasta la fecha. Para nosotros, ha sido un auténtico lujo de aprendizaje.
El comedor de generosas dimensiones, está adornado con un techo foseado, a través del cual se proyecta una iluminación indirecta que empaña de calidez el conjunto de la escena. Un mueble separador entre comedor y cocina, sirve de biombo visual entre el comedor de la cocina y el principal. Beneficiándose, a su vez, de una segunda chimenea abierta a ambas caras. Este último elemento situado a setenta centímetros de altura, que le posiciona a una cota perfecta para el disfrute del comensal.


Alzado del recibidor




Existen en el proyecto dos piezas que finalmente han adoptado un singular protagonismo dentro del proyecto. Sin duda, se trata de los ámbitos del recibidor y el despacho biblioteca. Dichos elementos se han constituido como ejes de conexión espacial entre planta baja y planta primera.
Estos dobles espacios se dividen entre sí mediante un eje vertical que incluye el núcleo de la tercera chimenea, sirviéndose al mismo tiempo de este sustento para el desarrollo del conjunto de la escalera.
Estos dos espacios debían ser vestidos con un traje hecho a medida, que se fuera desplegando desde la planta superior, adoptando las formas de barandilla. Todo ello, hasta la planta baja, desencadenando el eje de la escalera. Esta misma vestidura, resultaría envolvente para el panelado total de las paredes del recibidor.
Esta sensación de aleatoriedad dada por la secuencia rítmica de panelados de madera y huecos acristalados, viene condicionada en gran medida por las funcionalidades que se deben responder en cada punto.
En el recibidor, el contraste entre madera y cristal, permite el paso de la luz y facilitan el tránsito a través de los cerramientos, que a su vez delimitan las distintas estancias y evitan interferencias acústicas o de privacidad. En los puntos revestidos en madera, se esconden un repertorio de accesos a armarios. Además de cuadros de instalaciones e incluso un baño de servicio. Todo ello oculto con la mayor discreción y sin interrumpir la idea de forro continuo.
Además, el pavimento de piedra natural refuerza la idea de diferenciación entre la horizontalidad y la verticalidad. Especialmente ejemplificado en la vista frontal de la escalera principal.




Alzado de la biblioteca




La biblioteca es, sin dudarlo, una de las estancias más destacadas del proyecto. Adquiere un discurso minimalista que le otorga una visión de carácter monástico. Sobre todo teniendo en cuenta la pasarela suspendida que nos permite acceder a la cota más alta de la librería. Barandillas y panelados siguen el mismo lenguaje adoptando así una idea coherente de conjunto.
El núcleo de la chimenea, es el eje de conexión vertical. Arranca en su base por una franja horizontal realizada en la misma piedra natural escogida para el pavimento y que enlaza hasta la cota de banco en el que poder sentarse a reposar. Justo un punto por encima, el revestimiento en madera alcanza la cota del forjado de la planta superior. Ayudando al buen entendimiento de las distintas alturas de uso que conviven en el mismo espacio.
La estructura de soporte de la estantería en sí misma, parte de un pequeño detalle de ebanistería. Realizado a base de un encuentro entre dos listones de madera que no llegan a tocarse porque existe un alma metálica de tubo de diez por diez que les otorga rigidez. Algo que permite al sistema sustentar el conjunto de baldas horizontales.
Croquis chimenea despacho




La cocina se encuentra ubicada en una de las zonas más privilegiadas de la vivienda: en el ala de la vivienda orientada al sur y conectada al patio a través de un gran ventanal. Zona en la que se ha desarrollado un guión de generosas dimensiones orientado al ocio y disfrute de la familia.
Este mismo espacio queda planteado en dos ámbitos claramente definidos. Por un lado, a tocar del mueble chimenea revestido de porcelánico, nos aparece una mesa redonda, resuelta con una pata central de latón. Junto a esta, se encuentra un mueble que recoge las funciones de office, incluyendo los pequeños electrodomésticos destinados al desayuno, así como un mueble suspendido acristalado, donde se va a alojar la vajilla. A continuación, y sirviendo a modo de elemento divisorio, se han planteado dos armarios altos, que albergan dos bonitos muebles botelleros, que sofistican la visión de conjunto.
Las grandes dimensiones de esta singular pieza, nos han permitido plantear una distribución ordenada. Mediante el diseño de una gran isla central, se nos resuelve, por un lado, la barra alta para tomar un vino con los amigos y la zona de cocción-manipulación y almacenaje por el otro. Justo a su espalda, el mueble cocina continua, y da paso a una gran superficie de trabajo, a modo de zona de fregadera y lavaplatos.
A la izquierda de todo, se encuentran dos módulos altos, que albergan la nevera y el congelador. Siguiendo la estela del mueble office, esta zona de la cocina se resuelve también, mediante el planteamiento de una serie de muebles suspendidos, realizados en material acristalado y que aumenta la capacidad de almacenaje.
La propuesta de materiales para esta casa de campo en Illescas se basa en una sofisticada combinación. Por un lado, un porcelánico de grandes dimensiones que pretende imitar a un mármol de Carrara de gráfica sobredimensionada, y, por otro lado, un mobiliario realizado en laca brillo color gris oscuro, con un ligero toque verdoso.
La elección del pavimento, resulta valiente, ya que se apuesta por la continuidad del empleo del mismo parquet de madera, que venimos utilizando en el resto de las estancias.
En cuanto a iluminación, se apuesta también por el uso del foseado como elemento teatral, que nos aporta ese punto de magia que nos proyecta la luz indirecta. Indirectas son también las tiras de leds que se emplazan en los muebles suspendidos, que nos permiten trabajar cómodamente en las superficies de las encimeras.
La iluminación no solo es técnica, sino también decorativa, utilizando el sofisticado complemento que le otorgan las lámparas decorativas suspendidas en las que predominan los atractivos tonos dorados.
El patio central, que respeta de manera estricta su composición original, es el pozo de luz que alimenta a nivel lumínico todas las estancias.
Intencionadamente, al perímetro del patio, se le ha aplicado una franja a modo de revestimiento porcelánico, que aparte de proteger la fachada de posibles manchas y humedades, conceptualmente nos ayuda a aterrizar visualmente la planta baja, y distinguir las distintas franjas de usos de la casa.
Por último, una cuidada selección de mobiliario, realizado en resina trenzada de color claro, dota de elegancia este espacio que da sentido e integridad al conjunto.


En el patio de esta casa de campo en Illescas se emplaza una pequeña piscina a modo de aljibe. Elemento que nos remite a los antiguos impluvium romanos. Esta piscina, que nos hace a su vez de fuente, conecta con el resto de estancias circundantes, que son capaces de percibir la relajante acústica del agua en movimiento. Asimismo, este mismo elemento hidráulico, alberga en su volumetría horizontal, una generosa jardinera que nos va a permitir el crecimiento de una serie de plantas enredaderas. Plantas, que va a ir generando un frondoso jardín vertical.
El detalle del enmarcado de las ventanas nos sirve también para dar una pincelada de estilo regio al conjunto de la fachada. Además de enriquecer la composición visual del patio interior. Franja que se prolonga hasta el acceso lateral del volumen del garaje.


La suite es una de las piezas clave en el desarrollo de esta planta. Es por eso que acapara un buen porcentaje de metros cuadrados. Se plantea en una distribución tripartita, accediendo a ella a través del vestidor, donde justo al entrar, nos encontramos una disposición de isla central acompañada de una banqueta. El diseño de la distribución de los armarios se divide entre espacios abiertos y cerrados, estando estos últimos realizados en madera de roble barnizada y espejo y los abiertos en puertas de marco de aluminio y cristal reflectante.
Esta tipología de cerramiento, nos aporta un interesante juego visual, en el que la iluminación indirecta interior proyecta sobre bolsos y zapatos una luz tenue que teatraliza la visual del conjunto. El revestimiento de espejo del fondo, desdobla el juego de fugas, engrandeciendo la perspectiva del espacio central de la suite.
En paralelo y justo a la izquierda, según accedemos a la habitación, nos encontramos el baño principal. Espacio que mimetiza en cuanto a distribución con el resto de la suite, ya que está también planteado con una isla central que circundar. En ella se encuentran los dos lavamanos, dispuestos de manera enfrentada, con sendos espejos sujetos mediante estructuras metálicas de imagen ligera y sofisticada.
Además, existe un contraste entre los materiales empleados en este espacio. Por un lado, tenemos las encimeras y el revestimiento de las duchas, escogidos en porcelánico imitando a mármol negro con betas claras. Por otro, el revestimiento de los frontales de los muebles, que se proponen en madera lacada con un acabado en canutillo. Utilizando el mismo recurso que en la habitación precedente, disponemos a modo de recurso decorativo de un techo foseado que nos aporta una luz indirecta que baña de manera suave la estancia.