Tanizaki nos descubre la arquitectura japonesa


Si hay un libro que descubra y explore la comparación histórica entre el mundo oriental y occidental es El elogio de la sombra, de Junichiro Tanizaki. El autor nipón reflexiona sobre la concepción de la sombra, de su belleza en la arquitectura y sutileza. Pero también del uso que tradicionalmente en oriente se ha hecho de ella.
Si bien en el mundo occidental, la sombra se percibe como un concepto negativo, un lugar del cual hay que escapar, en el oriental nos encontramos con un concepto totalmente opuesto. La sombra es algo bello, el preámbulo de algo o simplemente un lugar de calma y belleza para los sentidos. Por ello, la decoración de interiores japonesa cuenta con mil y un objetos propios de sus tradiciones.
No es casualidad que en la antigüedad, en los palacios y mejores casas de Europa, se hacía uso de vajillas, decoración y acabados brillantes. Quizás por esa obsesión y persecución del oro.
Sin embargo, en los homónimos orientales, el uso de la madera, los acabados mate y el negro son los protagonistas de los hogares.
Es más, existe una diferencia abismal en la manera de decorar y de nombrar lo que es bello o no, creando a veces cierto rechazo a la sombra y a la luz, respectivamente. Razón por la cual, seguramente, nos sorprende tanto descubrirnos entre nosotros. En ciertos momentos, Tanizaki huye claramente de la cultura occidental, seguramente fruto de su experiencia y madurez adquirida en el mundo oriental, y en consecuencia de su amor por los elementos más propios de su tierra.
Tanizaki tendrá detractores y seguidores, pero una de las reflexiones más universales que se extrae tras esta lectura es la necesidad de ambos mundos de la existencia del otro. Dos fuerzas que son opuestas, pero a la vez complementarias.


La estrecha relación con la arquitectura japonesa
Como bien se intuye, el mundo de tanizaki es de fácil aplicación si nos trasladamos al interiorismo. Si pensamos en arquitectura nipona, nos viene a la cabeza materiales como la madera, los elementos de cobre, antes que de oro. Pero, sobre todo, texturas y tonalidades crudas, nada estridentes.
Hoy en día podemos asegurar que la arquitectura de Junichiro Tanizaki es la evolución del estilo chino, los cuales históricamente han trabajado la madera. Entre sus obras más emblemáticas están los templos budistas, el torii, que son monumentos en forma de arco y muy característicos de la arquitectura japonesa tradicional.
En cuanto al diseño de interiores japonés, existen ciertos elementos que aparecen en las descripciones de Junichiro de los hogares nipones. Hablamos de los clásicos biombos y esterillas, que seguro que todos recordamos de sus ilustraciones. Finalizando la casa por el tejado, éstos son quizás uno de los elementos estéticos más importantes que definen la arquitectura japonesa. Siendo muy variados en su diseño y decoración japonesa para casas, aunque siguiendo en casi todas sus ocasiones las formas triangulares.